Afortunadamente, el aluminio es un metal sostenible y 100% reciclable, es el tercer elemento más encontrado en el planeta, es decir, se calcula que el 8% de la corteza terrestre se encuentran los compuestos que conforman el aluminio.
Su reciclado es de bajo coste, necesita muy poca energía para su fundición ya que no requiere altas temperaturas, tiene una larga vida y su precio de mercado es muy estable. Se calcula que solo se consume el 5% en su reciclado de la energía que se precisa para obtenerlo virgen de la Bauxita.
Esta roca, la bauxita, es de origen sedimentario y contiene un alto porcentaje de aluminio, puede tener varios colores, rosado, rojo, gris, amarillo y otros. La estructura también es variada, puede ser porosa , compacta, estratificada, etc..
Las minas de bauxita son a cielo abierto con una profundidad entre los 4 y 6 metros y están situadas principalmente en zonas subtropicales, Guinea, Australia, Vietnam, etc.. La extracción del aluminio es costosa y produce daños medioambientales.
El aluminio es fácil de transportar y manejar ya que su peso es ligero, no es combustible y no se oxida, es maleable y fácilmente empaqueta para su transporte a las plantas de reciclaje.
El reciclado de aluminio es uno de los procesos más importantes para contribuir con el cuidado del planeta. Desde nuestro punto de vista como consumidores, debemos aportar nuestro granito de arena, darle la importancia que se merece y reciclarlo el máximo número de veces posibles.